Acompañamiento sofrológico a niños intelectualmente precoces

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23 Nov, 2017

Acompañamiento sofrológico a niños intelectualmente precoces

¡Ojo con las ideas preconcebidas! ¡La precocidad intelectual no es sinónimo de éxito!
El alto potencial en los jóvenes caracteriza a 440.000 niños y adolescentes escolarizados, o sea de uno a dos alumnos por clase, desde los párvulos hasta el instituto, según los datos de l’AFEP de 2011 (Asociación Francesa de Niños Precoces).
Uno de los primeros puntos que hay que destacar es la creencia errónea mantenida por la terminología.
Oímos hablar de personas intelectualmente precoces, superdotadas, con alto potencial intelectual. Estos conceptos son engañosos ya que asocian estos perfiles al éxito escolar e incluso, yendo más allá, llevan a imaginar un éxito global en la vida. No obstante, podemos observar que el recorrido es a menudo muy difícil, tanto a nivel profesional como personal.
Periódicamente vienen a consultarme padres preocupados por hijos hipersensibles y diferentes en su funcionamiento cognitivo hasta el punto de ser rechazados por el grupo. Estos adolescentes se aislan en el colegio, se desmotivan e, incluso, se puede apoderar de ellos la depresión. A veces los comportamientos adictivos compensan esta realidad y pueden derivar en una escarificación, trastornos del comportamiento alimenticio o en un consumo excesivo de sustancias. Son brillantes y se imponen una presión muy fuerte de perfeccionismo; la falta de confianza en ellos mismos es un denominador común contrariamente a la representación colectiva.
La precocidad intelectual no se reduce a un cociente intelectual; se combina con una hipersensibilidad en la base de un comportamiento con manifestaciones excesivas, fuente de tensiones en la familia, fuente de malestar profundo y, a veces, de inestabilidad cuando el adulto  no se diagnostica a tiempo.

La relación entre sofrología y precocidad intelectual

Descubrí el mundo de la precocidad intelectual en 2003 antes de ser sofróloga. En mi recorrido encontré a dos psicólogos del campo de la precocidad intelectual: Jean-Charles Terrassier, fundador de la ANPEIP en Niza y Jeanne SiaudFacchin, creadora de los Centros Cogito’Z cuya base está ubicada en Marsella. Ambos están comprometidos con el reconocimiento de la precocidad y son autores de numerosos libros. A comienzos de la pasada década este tema era confidencial, considerado como un tabú o incluso una ilusión.
La carrera de obstáculos que encuentran los padres en el ámbito de la educación y con los profesionales de la sanidad, poco expertos en el tema, me dio en un primer momento una mirada subjetiva. Luego, conforme iba avanzando, una mirada objetivada sobre la situación. Cuando realicé mi formación de primer ciclo en la escuela de Nantes en 2011, descubrí la relación entre la práctica de la Sofrología Caycediana y los trastornos de ansiedad que padecen los niños y adolescentes superdotados. Como nuestro método de reducción del estrés y regulador de las emociones negativas se apoya en el principio de acción positiva, en el marco fenomenológico, podía ofrecer una solución de acompañamiento a esos jóvenes y a sus padres, decidí orientar mi práctica en consulta en este sentido, animada por una motivación profunda de volver a dar esperanza a las familias para las cuales el alto potencial es considerado como un problema o incluso una patología. Periódicamente descubro perfiles con alto potencial que serán validados por un diagnóstico realizado por psicólogos especializados. Estas personas ganan un tiempo muy valioso buscando su equilibrio o encuentran, por fin, una luz después de años de preguntas y culpabilidades al sentirse diferentes.
Durante el taller que impartí en el congreso de Sitges, cuyo objetivo era exponer las características especiales de estos jóvenes, señalaba la necesidad de conocer y entender qué es la precocidad para poder acompañar lo mejor posible, con dulzura; teniendo en cuenta que hablamos de perfiles  intuitivos e hipersensibles que muy pronto van a valorar la pertinencia de su interlocutor.
Para leer el artículo completo de Christelle Robert, sofróloga caycediana y formada para el acompañamiento de los niños y adolescentes superdotados, clique en este enlace.

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