EL MÉTODO CAYCEDO

El Método Caycedo® consiste en el conjunto de una metodología llamada Relajación Dinámica de Caycedo (RDC) y una serie de técnicas específicas.

Los tres ciclos de la Relajación Dinámica de Caycedo y sus técnicas específicas

La Relajación Dinámica de Caycedo es una metodología coherente y estructurada que consta de doce grados. Su práctica conduce al desarrollo de la percepción de nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestros estados emocionales y de los valores que nos son propios. Este descubrimiento implica conquista; se trata de una transformación consciente y positiva de nuestra actitud hacia nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

Los doce grados se dividen en tres ciclos; el primer ciclo se llama «fundamental» e incluye los cuatro primeros grados de la RDC; el segundo ciclo o ciclo «radical» incluye los siguientes grados de quinto a octavo; el tercer ciclo o ciclo «existencial» trabaja los últimos cuatro grados del noveno al duodécimo.

El primer ciclo de la RDC

La RDC 1: la primera fase de la RDC está inspirada en el yoga y también se conoce como el grado de la concentración. La práctica nos hace conscientes de nuestro esquema corporal: nuestra forma, nuestro movimiento, nuestro tono muscular. También aprendemos a respirar correctamente. Poco a poco nos volvemos capaces de eliminar tensiones físicas y de «somatizar» sentimientos positivos, sobre todo a nivel de nuestra piel.

La RDC 2 : el segundo grado está inspirado en el budismo; también se le llama grado contemplativo. Su práctica nos ayudará a tomar consciencia de nuestra mente. Sin olvidar la presencia de nuestra corporalidad, empezamos a conscienciar nuestros pensamientos. Desarrollamos una contemplación senso-perceptiva externa e interna. Este nivel también incluye técnicas de «futurización».

La RDC 3 : el tercer grado de la RDC está inspirado en el Zen japonés; también se le llama grado meditativo. Con la práctica, podremos vivir la integración mente-cuerpo. Incluye técnicas de «preterización» que nos ayudan a percibir nuestras emociones positivas, centrándonos en los recuerdos de experiencias pasadas.

La RDC 4 : el cuarto grado de la RDC pone especial énfasis en la presencia de valores; su ejercicio nos hace vivir y reforzar los valores fundamentales del ser humano en toda nuestra corporalidad.

A lo largo de estos cuatro grados, el cuerpo está siempre presente. Entramos poco a poco en la consciencia de nuestros tejidos del cuerpo, especialmente la piel, los músculos, los huesos y los órganos internos. Se trabaja la sensación, la percepción, la cinestésica (percepción consciente del movimiento del cuerpo) y la cenestesia (todas las sensaciones internas dadas por todos nuestros órganos, que nos hacen sentir nuestra existencia, independientemente de la función añadida de los cinco sentidos).

El segundo grado de la RDC

La formación desde el quinto hasta el octavo grado, nos permite percibir la energía presente en toda la corporalidad como el asiento de la consciencia. En esta etapa tomamos consciencia de la filogenia (historia evolutiva de la especie) y la ontogenia (desarrollo de un individuo desde la fecundación hasta su forma adulta) como los fenómenos característicos de la historia de la evolución de la consciencia humana.

El tercer grado de la RDC

Del noveno al duodécimo grado de la RDC, se fortalece la presencia y vivencia de los valores existenciales como la libertad, la tridimensionalidad (toma de consciencia del pasado, presente y futuro), la responsabilidad y la dignidad del ser humano.

     

     

    Las técnicas específicas (llamadas técnicas frónicas específicas)

    Son un conjunto de técnicas dirigidas de corta duración (10-15 minutos) que buscan lograr resultados concretos
    a nivel terapéutico, educativo, deportivo o preventivo.

    Se distinguen :

    • Las técnicas de «presentación» que refuerzan lo positivo del presente.
    • Las técnicas de «futurización» que fortalecen el futuro de manera positiva.
    • Las técnicas de «preterización» que refuerzan los acontecimientos positivos del pasado.
    • Las técnicas de «totalización», que se refieren a los tres parámetros de la consciencia.