Anne Houyet, enfermera pediatra y sofróloga
Me he formado como enfermera pediatra y tengo un Máster de Sofrología Caycediana. Imparto clases en la Academia de Sofrología Caycediana de Bélgica y Luxemburgo.
Como sofróloga, colaboro con pediatras y neuropediatras; diferentes actores del ámbito paramedical: fisios y osteópatas; colaboro también con padres y colegios. Visito en en mi consulta y acudo a los domicilios.
La sofrología es una método que los niños y adolescentes pueden integrar rápidamente en su día a día familiar, social, escolar, deportivo…
Practicar sofrología permite a los jóvenes alcanzar un mejor conocimiento de sí mismos y de su cuerpo. Les permite descubrir su potencial y reforzar la confianza en sí mismos.
Adaptándola en lo referente al vocabulario y a los ejercicios, es obligatoriamente más lúdica y respeta el tiempo de concentración de cada uno.
La sofrología resulta pues ser una herramienta muy cómoda para todos los que, en un momento dado, necesitan un pequeño empuje para:
- Mejorar el sueño (cuando uno no consigue dormirse solo, cuando le cuesta dormirse o se tienen pesadillas).
- Vencer los problemas de enuresis, estreñimiento crónico, bulimia o anorexia
- Fomentar la concentración.
- Ayudar a preparar pruebas escolares, artísticas, deportivas, médicas.
- Reforzar la competitividad.
- Hacer un buen uso del exceso de energía.
- Aprender a vivir con las angustias, las crisis de asma, los tics, la tartamudez…
- Recobrar la autoestima.
- Recobrar la confianza después de un fracaso escolar…
Practicando la sofrología, cada uno a su ritmo, encuentran sus marcas, conquistan su cuerpo, aprenden a escuchar sus sensaciones, despiertan sus capacidades de acción positiva, aumenta la confianza en sí mismos y aprenden a ser actores conscientes de su vida. Lo que suponía un freno, se convierte en fuerza.
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